A
modo de introducción, y con la finalidad de que aprendáis
estos datos de memoria, empezaremos con unos datos básicos
sobre las caídas.
Así,
un tercio de los mayores tienen caídas cada año,
teniendo las mujeres y los que van avanzando en edad el mayor riesgo.
Un buen modo de evitar las caídas es mantener una buena
calidad de vida, ya que nuestro equilibrio tiene mucho que decir.
Además, ser conocedores de los riesgos a nuestro alrededor y
de las razones de nuestras caídas es también muy
ventajoso. (CERANSKI & HAERTLEIN, 2002)
Muchos
mayores expresan mucho miedo, lo que conlleva encerrarse en casa y
que su estado de salud empeore. Eso no hace más que aumentar
el riego a caer, algo que termina siendo como una bola de nieve que
va en aumento. (CERANSKI & HAERTLEIN, 2002)
Una
caída no sucede solamente por una razón. Es la
combinación de diversos factores que afectan a las caídas,
en los cuales es fundamental hacer un análisis exhaustivo de
todas las razones para entender mejor el resultado, también
para determinar una participación más certera.
(GINÉ-GARRIGA; GUERRA, 2010)
A
raíz de lo dicho en el párrafo anterior, muchos
programas se limitan a la acción de primer grado, y también
a tratar todas las causas de caídas de manera conjunta. Sin
embargo, se ha visto que la acción multifactorial no está
siendo efectiva para reducir las caídas. (GOBIERNO; PÉREZ
DE LAS CASAS et al., 2010)
Ante
esta tesitura, hay que decir que sí que hay una solución:
el entrenamiento específico y la mejora en nuestra confianza,
ocasionado por la mejora física auspiciada por el
entrenamiento. Lo que se denomina como
Specificity-of-training-principle expone que la velocidad de
nuestro paso aumenta si aumentamos la frecuencia de nuestra cadencia.
¿Qué quiere decir eso? Pues quiere decir que si
dirigimos nuestro entrenamiento a un aspecto en concreto, tendremos
más opciones de mejorar ese ámbito. (GINÉ-GARRIGA;
GUERRA, 2010)
Para
mejorar la coordinación que antes hemos mencionado se pueden
hacer dos o más ejercicios a la vez. Así, mejoramos
nuestra coordinación y encima, además de mejorar
físicamente desarrollamos nuestra costumbre neuromuscular.
(GINÉ-GARRIGA; GUERRA, 2010)
Hasta
ahora, solo hemos mencionado la parte física de la persona,
pero ya tendremos ocasión de desarrollarnos más en ese
campo. Esta vez, hablaremos sobre como trabajar las aptitudes
mentales y personales del individuo, con la ayuda de un buen
artículo.
Los
terapeutas consideran el triangulo persona-entorno-trabajo como causa
de casi todas las enfermedades y problemas, otros los atribuyen a la
falta de actividad física, a la medicación, a la poca
visión y los riesgos en la casa. Sin embargo, es una
combinación de factores multidimensionales, intrínsecos
y extrínsecos (CERANSKI & HAERTLEIN, 2002).
Hay
tres aspectos muy a tener en cuenta al organizar las rutinas de los
mayores: la salud, el entorno físico y las actividades a
realizar, siendo conveniente que éstas últimas sean lo
más precisas posibles, ya que los entrenamientos son más
eficaces y la autoconfianza sube. Hay que ir haciendo más
cosas progresivamente, observando la capacidad y encendiendo la
conciencia. (CERANSKI & HAERTLEIN, 2002)
Como
hemos mencionado la autoconfianza, y como detrás de las caídas
hay diversos factores como la aptitud cognitiva y psicológica,
tendríamos que trabajar estas habilidades , siguiendo el ya
mencionado Specificity-of-training-principle.
Por
que, ¿qué podemos hacer con un señor mayor lleno
de miedo para caerse? Y con otra señora con una falta de
confianza increíble? Hay algo que hacer con alguien atrapado
en las garras del Síndrome de Kennedy?
Hay
dos explicaciones que encajan con ese fenómeno psicológico.
Por un lado, tenemos la teoría de la autoconfianza de Bandura,
la cual dice que nuestras creencias se basan en los resultados y en
las expectativas de la autoconfianza. Por eso, la importancia que
tienen el llamado efecto Pygmalion y la metacognición es
evidente.
“Además
de imponer las reglas de comportamiento, los roles sirven para
mantener a las clases sociales. El efecto Pigmalion es un proceso
útil para socializarse y amoldarse a las necesidades de la
sociedad, y está basado en aquello que esperamos, con las
expectativas” (Buenas tareas, 2012)
Viendo
esto, los sobrinos, nietos, vecinos, hijos, enfermeros y un largo
etc. de una persona mayor, podrían cambiar su actitud y
negatividad, con solo transimitir esperanza positiva a ese individuo.
Mediante esta estimulación, esa persona mayor cambiará
su forma de actuar, y en consecuencia, se va a caer mucho menos. .
Por
otro lado tenemos la teoría del Estudio Social, la cual le
atribuye la importancia a las lecciones basadas en la práctica,
al aprendizaje mediante imitación, a la necesidad de leer bien
los gestos y los síntomas y al efecto que pueden tener la
familia y los profesionales. (CERANSKI & HAERTLEIN, 2002)
Por
poner otro ejemplo, si una persona acude a un programa social de
prevención de caídas, verá reducido
exponencialmente el riesgo para caerse.
Aparte
de compaginar la confianza y el aprendizaje, hay que conocer muy bien
a las personas mayores. Para eso, hay que intentar conseguir una
buena autopercepción, lo que se consigue mediante las
respuestas a preguntas concretas.
Con
el tiempo, y debido a infinidad de circunstancias personales,
enfermedades, condición física y más factores,
una persona cambia mucho conforme pasa el tiempo, y muchas veces,
esos cambios terminan en un mayor riesgo de caída.
El
llamado mapa cognitivo también aumenta las posibilidades de
caerse. Esto es, recordamos el entorno y ese mapa o esquema dirige
nuestras acciones. Por eso, cuando el entorno cambia el sujeto no lo
percibe y se cae. Debido a esto, es muy importante que los mayores
reflexionen sobre ese entorno y se den cuenta de los cambios. Por
eso, nosotros también tendremos que limitar los cambios, como
por ejemplo, mover los muebles, comprar nuevas alfombras etc.
(CERANSKI & HAERTLEIN, 2002)
Tal
y como habéis visto, las caídas no son exclusivamente
un fenómeno físico; y cuando una persona está
bien de cabeza, normalmente lo está físicamente. Ya
sabéis, mens sana in corpore sano’.
Bibliografía
BUENAS
TAREAS.
Pigmalion efektua [en línea]. Diciembre del 2012. [Consulta:
2014-03-03].
http://www.buenastareas.com/ensayos/Pigmalion-Efektua/6696643.html
CERANSKI,
Sandy & HAERTLEIN,
Carol. “Helping older adults
prevent falls”. OT Practice (American
Occupational Therapy Association –AOTA-).
Volume 7: 2002 Issue 13, 12-17 pag.
GINÉ-GARRIGA,
María; GUERRA Míriam et al. “The
Effect of Functional Circuit Training on Physical Frailty in Frail
Older Adults:A Randomized Controlled Trial”. Journal
of Aging and Physical Activity, 2010,
mnº 18, pag 401-424.
GOBIERNO,
Jesús; PÉREZ DE LAS CASAS, María Ofelia et al...
" ¿Podemos desde atención
primaria prevenir las caídas en las personas mayores?".
Elsevier [en línea]. Mayo del 2010. volumen 42, nº
5. [Consulta: 23 de Mayo del 2012]
http://zl.elsevier.es/es/revista/atencion-primaria-27/podemos-atencion-primaria-prevenir-las-caidas-las-13149822-originales-2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario