Por eso, cuando nos enteramos que el estado de los pies tenía mucho que decir en cuanto las caídas, más que extrañarnos, nos alegramos, ya que la información nos ofrece oportunidades, en este caso, para evitar caídas.
Aunque no se haya investigado mucho, un programa de prevención de Australia ha abierto un camino en este tema, con la intención de conocer todo lo posible.
Se ha visto que la fuerza de flexión de la planta del pie y los movimientos de inversión y eversión del tobillo condicionan el equilibrio y la habilidad funcional.
El dolor de los pies limita la calidad de vida y también la capacidad funcional, y por si fuera poco, puede crear alteraciones en nuestro cuerpo. Debido a las características mencionadas, la cantidad de caídas puede verse incrementada.
Si recurrimos a las estadísticas a las que tanto jugo les sacamos, un 58% de las personas que sufren una caída tienen dolor en los pies. Éstos, justamente, le hacen más presión al suelo, la parte superior de la planta del pie tiene más presión y por eso suelen tener dolor y caerse más a menudo. Además, tienen menos fuerza en los pies y las deformaciones suelen ser comunes.
A raíz de esto, una investigación de Menz en el 2006 nos da más información útil: los que se caen más a menudo tienen menos flexibilidad en los tobillos, la percepción que tienen en los pies es menor, se pueden observar más deformaciones y tienen menos fuerza de flexión.
Siendo esto así, es necesario llevar a cabo intervenciones. Para que sea más efectivo tendrá que ser “multi-faceted”, es decir, debe tratar diferentes aspectos, tendrá que ser multifactorial.
Lo necesario es facilitar el uso y la compra de las plantillas, dar consejos y ofrecer material, aprender ejercicios para hacer en casa para los pies y tobillos y repartir material educativo para evitar las caídas. (Spink, 2011)
En una intervención que se dio a cabo en Inglaterra, por ejemplo, se les entregaron plantillas a los clientes, se les ofrecieron ayudas económicas para comprar nuevo calzado, se les repartió un programa de ejercicios para hacer en casa, consejos, libros del programa de prevención de caídas y también se les ofreció rutinas de podología para 12 meses. Un año después, los que estuvieron en el grupo experimental se cayeron un 36% menos, un buen resultado, sin lugar a dudas.
A su vez, los trabajadores de La Trobe University descubrieron que la Podología podía evitar las caídas, ya que este campo, con todas sus variantes, puede reducir en un 36% la posibilidad de caerse, de una manera fácil y barata (Spink, 2011).
Para resumir, tenemos otra solución para evitar caídas ante nuestros ojos, la salud de nuestros pies, y nos gustaría recordar que aquí, en Vitoria-Gasteiz tenemos una red de servicio de podología muy eficiente y barata al alcance de los mayores, justamente en los Centros Socioculturales de Mayores.
Bibliografía
“Feet,
Footwear and Falls – Podiatry and Falls Prevention” (s.d.).
Consulta: 16-05-2012
SPINK,
M.J. et al. “Effectiveness
of a multifaceted podiatry intervention to prevent falls in community
dwelling older people with disabling foot pain: randomised controlled
trial
". BMJ
[en
línea]. 16 de Junio del 2011. [Consulta: 16-05-2012]
http://www.bmj.com/content/342/bmj.d3411.long
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