Ya
que llevamos tanto rato dándole vueltas al tema de los
factores que ayudan a sufrir caídas, ha llegado la hora de
pasar a las consecuencias, porque, como ya veremos, la lista también
es muy extensa. Antes de empezar, en nuestras charlas siempre damos a
entender que hay tres tipos de consecuencias: las físicas, las
psicológicas y las económicas. Sobre estas últimas
hablaremos más tranquilamente en otra ocasión, pero
mientras tanto veamos qué podemos aprender sobre las otras
dos.
¿Cuáles
son, por lo tanto, las principales consecuencias de una caída?
Generalmente, en el 5-8% de los casos se produce una rotura, pero en
las mujeres mayores que 75 años este porcentaje aumenta
considerablemente en un 40% de los casos y en los hombres de la misma
franja de edad, en el 27% de los casos.
(CARDOSO, s.d.).
La
muerte es también una de los principales resultados de las
caídas, situación que se da en el 15-20% de los casos.
Los golpes en el cráneo no son mucho más favorables,
sobre todo si tenemos en cuenta que los efectos del golpe pueden no
aparecer hasta entre 15 y 30 días. Es fácil de entender
que debido a la caída, el individuo tenga dolor en las partes
blandas, pero es importante entender que aunque no sea tan obvio, el
tiempo que pasemos en el suelo puede tener conclusiones fatídicas,
como por ejemplo, la muerte. De hecho, el 50% de los que están
en el suelo requieren ayuda para levantarse y un 10%, debido a
diversas razones (estar solo, lesión, miedo,…) permanecen
durante largo tiempo en el suelo.
(CARDOSO, s.d.).
Además,
las caídas tienen secuelas psicológicas, o dicho de
otra forma, el síndrome de Kennedy. De hecho, nuestra
confianza se ve minada de forma severa, algo que nos va a aumentar
las dificultades para realizar las tareas cotidianas.
Además
de eso, tiene efectos tanto en la familia como en la situación
socioeconómica, debido a que acarrea un gran gasto, empobrece
las relaciones familiares y como resultado, el anciano suele terminar
en una residencia.
De
todas formas, de estos últimos puntos como antes hemos dicho,
los comentaremos con más calma en futuros blogs.
Según
otro estudio. (CARRO
& ALFARO, 2005), uno
de las principales resultados de esas caídas es la rotura de
cadera, ya que el 88% de esas roturas ocurren por el tipo de caída
mencionado, un 8% debido a otro tipo de caídas sin especificar
y el 5% restante proviene de una enfermedad patológica.
Muy
lejos no andan las estadísticas de Skelton (2010), pues dice
que un 90% de las caderas rotas se producen debido a las caídas.
Bibliografía
CARDOSO,
A. Las
caídas en el anciano desde el punto de vista médico
[en
línea]. [Salamanca]: Universidad de Salamanca, s.d..
[Consulta: 08-05-2012].
http://web.usal.es/~acardoso/guias/Caidas_M_E_F.pdf
CARRO,
T; ALFARO, A. "Las caídas en los ancianos". Medicina
general y familia
[en línea]. 2005. [Consulta: 05-10-2012]
http://www.mgyf.org/medicinageneral/revista_77/pdf/582_589.pdf
SKELTON,
D
Can
you be genetically predisposed to falls?
[en
línea]. Profane, 30 de Noviembre del 2012. [Consulta:
08-09-2012].
http://profane.co/2010/11/30/can-you-be-genetically-predisposed-to-falls/
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