No es lo
mismo tener 65 años que 87; no es lo mismo tener osteoporosis
que tener Parkinson; y no es lo mismo que tengan una discapacidad
física o intelectual. Son factores todos ellos muy a tener en
cuenta a la hora de diseñar y planificar una intervención
para evitar caídas. Hoy hablaremos sobre las caídas en
las personas mayores con limitaciones intelectuales.
A decir
verdad, para los que tengan alguna discapacidad intelectual los datos
no son muy positivos. El 40% se cae una vez al año, el 22% más
de una vez al año y el 12% sufre algún dolor debido a
la caída.
Sin
embargo, hay una curiosidad en este aspecto. Debido a la epilepsia y
a la poca continencia urinaria tienen más riesgo de caer, pero
al andar diferente, por razones psicológicas y otro centro de
gravedad de por medio, tienen menos posibilidades de hacerse daño;
gracias también, en parte, a una obesidad menor.
Los que
tienen el Síndrome de Down, son los que “mejor panorama”
tienen, debido a que por sus características diferentes
(mencionadas en el párrafo anterior, pero en diferente grado)
se caen menos y sufren menos roturas.
Nuestra
experiencia nos dice que trabajando con la gente mayor hay que estar
muy atentos para que no se caigan, pero especialmente con aquellos
con las ya mencionadas características, ya que al alejarse el
cuidador o la cuidadora puede ser suficiente para que esa persona se
caiga.
Bibliografía
SKELTON,
D
Falls
and injuries in adults with intellectual disabilities
[en
línea]. Profane, 25 de Enero del 2011. [Kontsulta:
08-09-2012].
http://profane.co/2011/01/25/falls-and-injuries-in-adults-with-intellectual-disabilities/
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