Estamos
de acuerdo que cuanto más viejo somos nos caemos más
(Skelton, 2011). En un estudio que hicieron Grundstrom y sus
compañeros en 2008, en el cual participaron 125000 ancianos,
se observó que el 20% de los mayores de 85 años se
había caído en los últimos 3 meses. A eso hay
sumarle un dato que ya sabíamos, es decir, que la mitad de los
que están en ese grupo de edad ha caído en el último
año (NHS,
s.d.).
Aun así, hay mucha
controversia en cuanto a las razones, algo totalmente comprensible
ante la multitud de posibles causas. Sin embargo, podemos afirmar que
más que la edad es el deterioro físico el que afecta
junto con la escasez de horas de sueño de los hombres, los
problemas de corazón, la subida del IMC, la ingesta de alcohol
y usar diversas máquinas debido a sus problemas de salud.
Como tantas veces hemos
mencionado, detrás de las caídas puede haber factores
internos, por ejemplo, necesitar ayuda para andar, perder la
movilidad, que el vértigo dañe nuestro equilibrio,
tener mareos, que la vista o el oído estén mal, tomar
muchos medicamentos, tener bajo nivel de consciencia, escasez
cognitiva y haber sufrido caídas previamente. Los factores
externos, sin embargo, tienen mucho que ver con las caídas y
analizarlos debidamente es esencial para una respuesta adecuada
(Cortes eta Coyoc, s.d.).
Otros factores de riesgo
para las caídas son tanto el tabaquismo como el alcoholismo,
la hipertensión arterial y la obesidad.
Siendo así, toda
prevención debería valorar el riesgo de caída,
llevar un registro, ofrecer material, ayuda y herramientas y colocar
a la persona en espacio y en el tiempo.
A raíz de esto,
los gastos que producen las caídas son dignos de tomarse en
cuenta, ya que no son ninguna broma. (Cortes eta Coyoc, s.d.)
Pero no es lo mismo diseñar una intervención para las
personas de una franja de edad determinada que para otra, como no es
lo mismo programa entrenamientos de baloncesto y netball.
Vayamos, entonces, a profundizar en este tema con la ayuda de un
artículo sobre la materia.
En ésta época en la que la esperanza de vida aumenta vertiginosamente, los de más de 65 años son el grupo de edad que más ha crecido, ya que en el 1986 el 10,6 % era mayor de 65 años (Eustat, 2001), y en el 2011 el 19,6 % (Eustat, 2012).
El hecho de que la gente
mayor viva durante más tiempo es una buena noticia, siempre y
cuando su vida sea cómoda e indolora, pero con la actual tasa
de natalidad, la gran cantidad de gente mayor produce un
desequilibrio demográfico, y por lo tanto, pérdidas
económicas notorias (Cortes eta Coyoc, s.d.).
Es bastante común
publicar estadísticas y cifras, y el dato que ahora vamos a
revelar va por ese camino, capaz de hacernos abrir los ojos y
entender la situación. De hecho, el 18% de la atención
médica que recibimos durante nuestra vida ocurre en el último
año de nuestra vida. Pensar, pues, en como la vida que tanto
hemos alargado termina, sobre todo si no somos capaces de tener un
envejecimiento activo (Cortes eta Coyoc, s.d.).
La tasa de mortalidad va
en aumento poco a poco, algo totalmente comprensible si tenemos en
cuenta la gran cantidad de gente mayor en la sociedad. Es mucho más
comprensible al ver el efecto de la fragilidad de la gente mayor,
también por el gran número de medicamentos que crean
debilidad y “alienación” entre los mayores.
No es de extrañar
la abultada cifra de discapacitados físicos entre la gente
mayor, ya que sus cuerpos han empezado el declive y las enfermedades
se multiplican y agravan. Entre las mujeres aumenta la aparición
de problemas neuropsicológicos, dificultades para respirar,
problemas cardiovasculares y la disminución de la capacidad
ocular. Entre los hombres ocurren los mismos problemas solo que los
problemas de vista no suelen ser tan comunes (Cortes eta Coyoc,
s.d.). Otro tipo de enfermedad que suele ocurrir con el tiempo es el
músculo esquelético, ya que las lesiones musculares
pueden influir en los huesos y al revés.
La artritis es un efecto
del proceso inmune, ya que en esa lucha surge la inflamación y
como no se alivia, acarrea una enfermedad crónica. Aun así,
la genética tiene mucho que decir en la aparición de
este mal (Cortes eta Coyoc, s.d.).
Además, su
aparición va en aumento con la edad, con la obesidad y el
estrés como compañeros de viaje.
La osteoporosis ocurre
esencialmente en los mayores de 75, porque al bajar la concentración
de calcio los huesos se debilitan, siendo más fáciles
de romper. Los factores de riesgo son la vida sedentaria, una dieta
pobre en calcio, el tabaquismo y perder la cantidad de estrógenos
(en el caso de las mujeres postmenopáusicas), entre otros
tantos factores. Los factores que lo evitan son el ejercicio físico,
una dieta rica en calcio (queso, leche, lácteos, pescados
azules) y la correcta labor de las hormonas (Cortes eta Coyoc, s.d.).
Las estadísticas
están para saciar nuestras ansias de conocimiento, y ahora
precisamos saber como es el deporte entre la gente mayor. Pues, un
18% lo hace por su cuenta, olvidando las ventajas que conlleva
moverse acompañado por amigos. Además, se ha visto que
el 46% no hace ningún deporte y que el porcentaje de los que
practican deporte a diario es muy pequeño, un 8.5%, para ser
exactos.
Un experimento realizado
en Catalunya, sin embargo, ha revelado que el 80% de los
participantes en algún programa de prevención de caídas
ha aumentado la cantidad de ejercicio físico realizado,
suficiente para rebajar ese 46% de gente pasiva. Por si no fuera
poco, un 48% mantiene las relaciones con sus antiguos de compañeros
en el programa, quedando entre ellos de forma asidua. Para terminar
con estos datos, los participantes en el programa reducieron en un
46% sus visitas al médico. Siendo esto así, un programa
de semejantes características deja clara su importancia, ya
que las ventajas físicas y sociales se ven al instante.
(GINÉ-GARRIGA,
GUERRA, MANINI, ET AL., 2010).
Es habitual, una vez
jubilados, que el ser humano detecte un vacío social, y casi
inconscientemente procede a buscar un grupo apuntándose a
alguna actividad, encontrándose más a menudo con los
amigos, entre otras razones.
Mover el cuerpo, sacarle
jugo al cerebro y la interacción social nos mantiene activos.
Eso va a tener que ser tomado en cuenta a la hora de programar alguna
actividad para ellos. Además de eso, para fomentar la salud
del anciano, hay que impulsar espacios y actividades para ellos,
habrá que tomar medidas fáciles para su bienestar,
habrá que facilitarles que tengan tanto negocios como
edificios públicos, se tendrán que organizar eventos
que ayuden a mejorar su calidad de vida y habrá que completar
la interacción entre diferentes organizaciones. (Cortes eta
Coyoc, s.d.)
Como somos los dueños
de nuestras vidas, y como en el caso de los mayores la gran parte del
día es libre, nosotros mismos somos los autores de nuestro
horario. Practicar ejercicio físico va a ser esencial, al
igual que participar en actividades culturales. Sin embargo,
desarrollar nuestra capacidad mental va a ser necesario mediante los
recursos y centros preparados para ese fin (EPA, CSCM, cursos,…),
haciendo ejercicios cognitivos, dándole un sentido y un
significado a lo que hacemos, haciendo ejercicio físico y
mediante diversos tipos de interacciones.
Cuando aumenta la edad
nuestro declive es inevitable, aunque podemos reducir su ritmo. Para
eso es esencial cuidar nuestro cuerpo, porque además de
mantener nuestras relaciones sociales y actividades diarias va a ser
necesario el ejercicio físico como costumbre. Al jubilarnos,
el cuerpo se mueve muchísimo menos, y tenemos que compensar
esa carencia mediante 20-30 minutos de ejercicios diarios a poder
ser, con la adecuada intensidad, adaptándola a nuestras
necesidades y acompañándola con una dieta adecuada.
Bibliografía
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Autónoma Metrópolitana, Unidad Xochimilco, s.d..
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resultados. www.eustat.es
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http://eu.eustat.es/ci_ci/elementos/ele0008400/ti_Euskal_AEko_biztanleria_lurralde-eremuen_adin-talde_handien_eta_sexuaren_arabera_2011/tbl0008458_e.html#axzz2vDDQSKhj
GINÉ-GARRIGA,
María; GUERRA Míriam et al. “The
Effect of Functional Circuit Training on Physical Frailty in Frail
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nº 18, pag 401-424.
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[en línea].
[Erresuma
Batua]:, National Health System, s.d.. [Consulta: 12-05-2012]
http://www.nhs.uk/Conditions/Falls/Pages/Introduction.aspx
SKELTON,
D
Can
What’s
different when we are over 85??
[en
línea]. Profane, 7 de Septiembre del 2012. [Consulta:
08-09-2012].
http://profane.co/2011/09/07/whats-different-when-we-are-over-85/
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