jueves, 15 de mayo de 2014

Cuando comer mal es un problema y una realidad

Hoy en día la Unión Europea tiene un problema grave, aparte de los problemas políticos y económicos de siempre, ya que 30 millones de habitantes padecen desnutrición (Alfaro y Vallés, 2010), problema que acarrea una pérdida de 170 mil millones de euros. Este gran problema se intentó abordar con la declaración de Praga pero los frutos de dicho acuerdo están por ver.
Es más, entre un 30% y un 50% de estos enfermos están formados por gente mayor de 85 años.

La cura de este tipo de enfermos no se ha logrado de manera fácil, porque aparte de tener una alimentación escasa, la cantidad de comida que ingieren tiene tantos altibajos que las pérdidas y las ganancias de peso son demasiado radicales.

Los médicos, con el objetivo de encontrarle solución, utilizan tanto métodos prospectivos como retrospectivos. El primero se basa en que el paciente escriba nada mas ingerir la comida, la segunda se basa en un cuestionario sobre lo comido.
Por ejemplo, el Recordario dietético es otro tipo de examen, mediante el cual se consigue en 20 minutos lo comido por el paciente de una manera sencilla.
Por otra parte, El Historial dietético, sin embargo, se usa para saber el modelo de sus comidas, y se le pregunta al enfermo sobre el último mes.


También se suele hacer una valoración antropométrica, la cual mide cuestiones generales, como por ejemplo, el peso, la talla, el IMC, el pliego de la piel, el perineteo, la composición corporal… En esta evaluación se juega con criterios bioquímicos, para saber sobre la existencia de proteínas viscerales, tratamientos somáticos, la escasez de linfocitos, el colesterol, micronutrientes y hormonas (la leptina y la insulina, los cuales son esenciales) en el cuerpo.

Para llevar a cabo las investigaciones y los tratamientos se utilizan varios métodos de filtración, pero los más conocidos son el MUSTA (Malnutrition Universal Screening Tool (MUST), el MNA (Mini Nutritional assesment) y el NRS (Nutrition Risk Screening (NRS 2002).

La alimentación que se da en las residencias de ancianos u hogares del jubilado ha suscitado desde siempre muchísimos debates, y saber que un 1.2% de la gente mayor vive en este tipo de sitios es una ayuda para identificar la magnitud del problema (Manera, 2010). La clave reside en darle a los mayores el derecho a decidir, amoldar la dieta a las características de cada uno, siempre y cuando se base en la variedad, el equilibrio, el sabor y en las cantidades.
Por ejemplo, se deben ingerir entre 2000 y 2200 kcal diarias, y es importante que los trabajadores sean conocedores de ese dato, pero un dato de sobra conocido es que la alimentación es inapropiada y la falta de ejercicio se tiene que combatir.

A raíz de estos consejos, si la necesidad de dar a conocer la importancia de una buena dieta es esencial, no es menos importante el trabajo de asesoría que hay que llevar a cabo con la gente mayor (Fundación Mapfre, 2010). Sin embargo, nuestra reivindicación más importante va a ser una dieta que se adecue a sus necesidades, y también a los cambios.

Además de eso, va a ser esencial saber escoger los alimentos y las comidas adecuadas. Por ejemplo, la carne debe tener un buen color, sin malos olores y deberá mantenerse en el frigorífico a lo sumo durante 2 o 3 días.
Aparte, es recomendable comer fruta de temporada, y si una pieza se pierde es esencial no dejarla al lado de las que todavía se conservan bien.
Sobre los cocidos, hay que tener mucho cuidado con las fechas de caducidad y con mantenerlo demasiado tiempo en el frigorífico (de nuevo, entre 2 y 3 días como mucho).
Por otro lado, el pescado deberá tener buen aspecto, pero es recomendable ingerir el pescado 48 horas después de su compra como mucho.

Y para terminar con la prevención, una pregunta:

¿Cuántos de nosotros hemos tenido algún incidente en casa mientras cocinábamos? ¿Muchos, no? Para intentar evitar esa clase de situaciones aquí van unos consejos (Fundación Mapfre, 2010). Para evitar la intoxicación es vital una limpieza de la cocina y de nuestro cuerpo. Las quemaduras suelen ocurrir, por eso, hay que poner atención al fuego, no se debe echar agua al fuego (mejor taparlo con un trapo), hay que tener cuidado con los objetos afilados, hay que tener la cocina cerrada y en el caso de tener cocina de gas conviene tenerla siempre cerrada, tener a mano trapos y extintores… Como se puede ver son consejos hechos desde el sentido común, nada complicado.



Bibliografía


ALFARO, M eta VALLÉS, I. Estudio sobre las actitudes y comportamientos saludables de la gente mayor en su hidratación [en línea]. Observatorio del Comportamiento: Sociedad y Consumo ESADE, Noviembre del 2010. [Consulta: 12-05-2012].

Fundación Mapfre. Alimenta tu salud [en línea]: Nutrición saludable para toda la familia. Septiembre del 2010. [Consulta: 12-05-2012].

MANERA, M. La alimentación de los ancianos en las residencias [en línea]. [Elorrio]: Revista Consumer, Consejo Fundación Eroski, 1 de Diciembre del 2010. [Consulta: 12-05-2012].

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