lunes, 12 de enero de 2015

Cuida tu espalda (2)


Ahora que conocemos un poco más a fondo la teoría sobre nuestra espalda (véase entrada anterior), sabemos que su importancia se basa en ser el órgano de sustentación de nuestro cuerpo y el estuche de protección de la médula espinal.

Como podemos ver, la columna esta compuesta por diferentes “bloques” que son las vértebras y cada una de ellas está rodeada y ayudada por diferentes músculos.
Por eso, al igual que el resto de articulaciones y músculos, también debemos fortalecerlos. Para ello, es importante fijarnos en la curvatura de la columna, pues ello nos va a orientar para diferenciar cada región y poder adecuar el ejercicio a cada una de ellas.

Aunque en teoría se diferencian muchas regiones en nuestra columna, para hacerlo de un modo sencillo y entendible, nosotros diferenciaremos dos: espalda alta y espalda baja.

Para fortalecer, cuidar y mantener la zona de la espalda alta, trabajaríamos ejercicios de relajación de dicha zona:
Para acabar con la zona alta de la espalda, terminaremos con una seria de estiramientos cervicales que nos ayudarán en nuestro propósito:

Para continuar, trabajaremos la zona baja de la espalda con estos ejercicios:


Cuida tu espalda


Indiferentemente de la edad, o el tipo de trabajo, el ritmo de vida de cada uno, los pesos que hayamos tenido que soportar durante nuestra vida, etc. mucha gente sufre dolor de espalda. En el día a día, nuestra espalda tiene que trabajar continuamente por lo que es muy común sufrir sobrecargas y/o dolores.

Básicamente, la espalda sirve para:

  • Sostener el cuerpo, y permitir su movimiento.
  • Contribuir a mantener estable el centro de gravedad, tanto en reposo como en movimiento.
  • Proteger la médula espinal en una envuelta de hueso.

Para poder hacer su trabajo y sostener el peso del cuerpo, la espalda tiene que ser sólida. Y por eso, esta compuesta por huesos muy resistentes y músculos muy potentes.

Además de eso, para permitir el movimiento, la columna vertebral tiene que ser flexible. Por eso no es un gran hueso, si no 33 vértebras separadas, dispuestas un encima de la otra y sostenidas por un sistema de músculos y ligamentos.

Para proteger la médula espinal, las vértebras tienen un sistema especial: un agujero en su centro por el cuál discurre dicha médula.

Como detalle: si se observa la columna de frente, las vértebras están perfectamente alineadas y forman una vertical. Sin embargo, de perfil, forman unas curvas. Esta disposición permite que la columna sea muy resistente a la carga aplicada en dirección vertical, puesto que sus curvaturas le proporcionan flexibilidad.

Si la carga es muy importante, las curvaturas puedes aumentar transitoriamente, amortiguando la presión que sufren las vértebras. Por eso, en algunos países era tradicional transportar la carga sobre la cabeza. Así, al hacerlo se mantenía el centro de gravedad en el eje de la columna, por lo que la musculatura de la espalda apenas tenía que trabajar.

La espalda, compuesta por tanto, por todos esos pequeños huesos, alineados y vinculados, es un órgano muy sensible pues una lesión en el, podrían resultar muy incapacitantes, según a qué altura de la columna vertebral se sufran.

En el caso de las personas mayores, ya que es la parte que más nos interesa a nosotros, el dolor de espalda puede ser por muchas razones.

Algunas de las más sufridas pueden ser:

  • Alteración orgánica de la columna vertebral.

    • Artrosis
    • Osteoporosis
    • Estenosis espinal
  • Mal funcionamiento de la musculatura de la espalda provocado por la inactividad física.

    • La mayoría de los casos que se dan son por esta razón.
    • Para prevenirlo se debe evitar el reposo y hacer ejercicios adecuados.

Se estima que el 90% de personas mayores de 65 años padece la segunda opción. Esto es una buena noticia, pues los estudios realizados demuestran que la musculatura puede recuperarse y entrenarse a cualquier edad. Incluso los ancianos pueden lograrlo mediante un programa de entrenamiento adecuado a su edad y estado de salud general y con los ejercicios indicados para cada caso correcto.

¿Qué aumenta el riesgo de padecer dolores de espalda en la tercera edad?

En condiciones normales, los distintos grupos musculares que participan en el funcionamiento de la espalda, como el abdomen y la musculatura paravertebral, se coordinan entre si para mantener una postura o conservar el equilibrio en movimiento. Esta coordinación depende de los reflejos nerviosos que se repiten constantemente. La inactividad física disminuye esa capacidad, haciendo que trabaje inadecuadamente o a destiempo y ello facilita las contracturas.

Es por ello por lo que es tan oído el término de “la edad” cuando hablamos de dolor de espalda. Debido a la edad, muchas personas mayores sufren diversos cambios:

  • Pérdida de mas muscular
    • Poca fuerza en espalda y abdomen
    • Mayor facilidad de sufrir sobrecargas y contracturas
  • Aumenta la inactividad física
  • Mayor probabilidad de sufrir una alteración orgánica.

¿Qué hacer para prevenir o tratar el dolor de espalda en los mayores?

  • Evitar el reposo y mantenerse físicamente activo. Siempre adecuando la actividad a cada individuo, y mediante ejercicios aeróbicos como andar, nadar, bicicleta…
  • Conocer y cumplir las normas de higiene postural.
  • Mantener la musculatura de la espalda.

La resignación no es aconsejable, pues la mayoría de los dolores en los mayores puede tratarse satisfactoriamente y la duración del dolor dificulta su tratamiento. Es decir, creer que el dolor de espalda es normal y no tratarlo es un error, pues lo ideal es tratar el problema cuento antes.